El mundo está cambiando. Somos conscientes de la aparición de nuevos modelos de negocio basados en el uso de la tecnología. Han surgido plataformas totalmente digitalizadas y que hacen inevitable la evolución del sector. La pandemia supuso un incremento por 5 en cuanto a la asimilación de tecnologías en las operativas diarias, pero esta evolución ya formaba parte de nuestra necesidad más inminente.
Vivimos un momento dulce en cuanto a la predisposición del sector para abordar los cambios que hacen falta. El papel tiene los días contados. Normativas europeas como la Ley EFTI de obligado cumplimiento para la emisión del documento de transporte en formato digital en 2024, o el despacho centralizado europeo, son sólo dos ejemplos a la vuelta de la esquina.
En países como Egipto, con CargoX; Singapur con TradeTrust; en organizaciones como IATA con su proyecto One Record; o FIATA con la generación del eFBL Paperless Solution; no sólo se ha dado un paso hacia la eliminación del papel, sino a la validación electrónica del documento y la verificación de la identidad digital del emisor.
Si a esto le sumamos el análisis vía Big Data y el uso de la Inteligencia Artificial, tendremos la combinación perfecta para adelantarnos a los acontecimientos que de forma cada vez más incierta, ocurren en el mercado.
También hay que detenerse en cómo aprovechar con tecnología la infraestructura existente, mientras se construyen a medio plazo nuevas infraestructuras que permitan aportar mejor servicio a nuestras operaciones. Esto es: potenciando la multimodalidad y la sostenibilidad de la cadena de suministro.
El sector necesita crecer y para ello es necesario eliminar las barreras ante la dependencia tecnológica. Ser competitivo mediante la creación de ecosistemas colaborativos. La clave está tanto en la digitalización de nuestros perfiles y los procesos vinculados a la operación logística como en la interoperatividad de los futuros escenarios.
Si queremos dar un paso más en la digitalización del sector, será clave la combinación de tecnologías que ya llevamos empleando por separado, tales como: blockchain, realidad virtual, inteligencia artificial o el IoT y la aplicación del 5G en la operativa logística. Y todo esto, teniendo en cuenta la hiperconexión desde las distintas redes de comunicación vía satélite.
Desde Usyncro proponemos plataformas abiertas con el fin de reproducir procesos físicos en un entorno digital seguro. Esto se consigue gracias a la identidad única y la verificación de documentos a partir de las cadenas de bloques (blockchain) o la presencia de autoridades para certificar los documentos electrónicos (en nuestro caso implicando a la agencia tributaria, así como otras aduanas a nivel mundial).
El proceso físico está claro que permanecerá, pero -a pesar de las dificultades de su asimilación- la digitalización en más real que nunca y permite la combinación, es decir, el llamado concepto phygital. Los actores logísticos saben de la necesidad de incorporar la tecnología en los procesos tradicionales y cada vez están más abiertos al conocimiento de alternativas disruptivas para el control de sus envíos.
A día de hoy, contamos con sensores para validar la sujeción de la carga, medidores de temperatura inteligentes para garantizar la cadena del frío o un 'Gran Hermano' de datos para agilizar la toma de decisiones, por citar algunas aplicaciones más 'terrenales'.
En un contexto en el que las nuevas generaciones asumen la virtualización como parte de su día a día, fácilmente seguiremos creciendo hacia la construcción de este ecosistema digital de colaboración global. La ubicación de los actores no será lo relevante, sino cómo se comunican e interactúan.
Artículo de opinión publicado en el nº279 de Logística Profesional (pág 114)
La incorporación de nuevos desarrollos tecnológicos ha sido fundamental para las compañías a la hora de ser más eficientes en estas épocas del año, beneficiando la planificación de volúmenes o el diseño de rutas. Todo ello, bajo el objetivo compartido de lograr entregas cada vez más sostenibles.
Los datos de la clasificación realizada por Financial Times y Statista reflejan una tasa de crecimiento medio anual del 27,3% entre 2013 y 2023, o un crecimiento absoluto del 273% en este periodo.
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