Mayor flexibilidad, acceso a plantillas de mano de obra más amplias y reducción de los gastos operativos, estas son sólo tres de las razones más citadas que han llevado a decenas de miles de organizaciones a trasladar importantes operaciones comerciales al extranjero.
Y, aunque las extensas cadenas de suministro globales que han cobrado importancia desde el cambio de milenio han aportado indudablemente una mayor eficiencia en los costes, también han introducido un nivel de fragilidad que, hasta los últimos acontecimientos, no se apreciaba del todo.
Mientras que la deslocalización y la adquisición de materias primas y productos en mercados únicos y dominantes podría haber sido una buena idea desde el punto de vista financiero, tener fábricas que producen el 90% de los semiconductores y microchips mundiales, o países responsables del suministro de más del 30% de las cosechas mundiales de trigo, ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad del mercado mundial de la actualidad.
Sin embargo, las posibilidades de acercar la cadena de suministro y los procesos de fabricación al consumidor son mucho más que simples incentivos económicos y de seguridad. El movimiento de ‘relocalización’ de procesos de fabricación y redes de la cadena de suministro completos ofrece una oportunidad tentadora para que las marcas reimaginen y reinventen todo su enfoque de la sostenibilidad y los productos y servicios ambientalmente responsables, desde el principio.
Por muy caro que resulte, consideremos lo siguiente: la posibilidad de implantar una pila de tecnología y procesos totalmente nuevos desde cero (con sus correspondientes beneficios) es una oportunidad única en la vida que la mayoría de las marcas nunca tendrán. Es una oportunidad de crear los métodos de fabricación, las cadenas de suministro y las redes de entrega perfectos, que no solo satisfagan las demandas y expectativas de los consumidores modernos, sino que también garanticen que estas prácticas estén alineadas con los objetivos medioambientales y de sostenibilidad.
Esta es una perspectiva en la que todos, desde el director general hasta el consumidor final, pueden ver el valor a largo plazo.
Si bien el abastecimiento de materias primas de proveedores de comercio justo y ecológicos es un elemento clave para ofrecer opciones de comercio más ecológicas a los consumidores, es igualmente importante reconocer la importancia de operar con cadenas de suministro más sostenibles para entregar este tipo de bienes, no hacerlo supone una enorme oportunidad perdida.
La posibilidad de que los consumidores tomen decisiones de compra más respetuosas con el medio ambiente con la optimización del cumplimiento de los pedidos; o el uso de menos embalaje y del envío por aire en toda la cadena de suministro, el volumen por envío puede reducirse y el transporte se vuelve más eficiente, lo que significa menos camiones en las carreteras y menos aviones en los cielos.
Se trata de una situación en la que todos ganan, no sólo para la rentabilidad final, la eficiencia de la cadena de suministro y la experiencia del cliente, sino también para el medio ambiente: otro ejemplo de cómo la aplicación de una tecnología más inteligente puede impulsar resultados más ecológicos en todas las redes de la cadena de suministro.
Los acontecimientos mundiales siguen teniendo un impacto profundo y duradero en la forma en que pensamos en las cadenas de suministro globales en términos de resistencia y credenciales ambientales. A medida que las empresas buscan mitigar el próximo acontecimiento importante, la idea de trasladar los procesos de fabricación, las mercancías y las redes de distribución más cerca de los hogares y consumidores está ganando importancia.
La clave del éxito de esta nueva estrategia reside en la capacidad de las marcas para seguir innovando a nivel de la cadena de suministro y ofrecer los tipos de redes y soluciones que no sólo son resistentes y fiables, sino también lo suficientemente ágiles y receptivas como para hacer frente a las cambiantes necesidades de los consumidores y del medio ambiente en el futuro.
Tener la oportunidad de empezar desde cero, sin tener que adaptar las soluciones y los procesos a los entornos empresariales existentes (que a menudo ralentizan los flujos de trabajo en lugar de acelerarlos), es el sueño de los directores generales, directores de operaciones, directores técnicos y directores de la cadena de suministro de todo el mundo.
Aunque el coste de la deslocalización, la construcción de nuevas fábricas y la implantación de nuevas tecnologías puede repercutir en los bolsillos de los compradores a corto plazo, no cabe duda de que la posibilidad de replantear todo nuestro enfoque del comercio mundial y la oportunidad de construir un Edén minorista ecológico es una oportunidad que no podemos dejar pasar.
Manhattan Associates apuesta por este tipo de soluciones de gestión de transporte inteligentes, permite una distribución más fiable en centros locales, una planificación de rutas más cortas y unos procesos de entrega, recogida y devolución localizados y, en consecuencia, más sostenibles.
En España se reforzarán las contrataciones para esta temporada con alrededor de 200 personas para el procesamiento y aproximadamente 600 proveedores de distribución.
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