“Los almacenes y las áreas de producción están bajo una presión cada vez mayor para maximizar la productividad y el retorno de la inversión. Esto ha llevado a tener que prestar mayor atención al papel que juegan los vehículos para la manipulación de cargas, especialmente el coste y el rendimiento de las baterías, así como también la tecnología que las impulsa”, informan desde Enersys.
Como ejemplo de ello, Enersys explica que “hoy en día los usuarios de vehículos para manipulación de cargas no aceptarán una pérdida de productividad debida a tiempos de inactividad causados por las baterías. Simplemente ya no es posible dejar un vehículo fuera de servicio para cargar o cambiar las baterías y realizar tareas de mantenimiento habituales. Asimismo, existe la tendencia a alquilar vehículos en vez de comprarlos directamente. Cambiar una batería durante un período de alquiler no es aconsejable, porque la nueva batería no se usará por completo dentro del término del contrato y, por lo tanto, se perderá”.
Una amplia variedad de tecnologías de baterías
Escoger una solución de batería depende de varios factores como el coste inicial, el rendimiento, el mantenimiento, la carga, la gestión de existencias y el reciclaje. Las tecnologías de alto rendimiento, como la de las baterías de placas delgadas de plomo puro (TPPL), ofrecen una alternativa atractiva a tanto las soluciones tradicionales de plomo-ácido como a las nuevas soluciones de iones de Ion-Litio. Hay dos tipos principales de baterías TPPL: El primero es la solución TPPL “estándar” que se suministra como alternativa directa a las baterías de plomo-ácido. El segundo es una solución TPPL optimizada con una adición de carbono. Gracias al gran aumento de su ciclo de vida, esta batería ofrece una alternativa de alto rendimiento y rentabilidad en comparación con las baterías de Ion-Litio, especialmente en aplicaciones de alta exigencia.
Factores que comprometen la productividad de las carretillas
Cada tipo de batería presenta diferentes requisitos de carga y seguridad, lo cual tiene un impacto en la productividad de las carretillas. Las baterías húmedas de plomo-ácido suelen necesitar largos ciclos de carga durante o después de un turno de trabajo. Esto significa dejar un vehículo fuera de servicio o cambiar la batería. Por razones de seguridad, las baterías de plomo-ácido requieren salas de carga exclusivas dotadas de ventilación. Los llenados regulares de agua forman parte de su funcionamiento normal, pero también generan un riesgo de derrames de ácido.
Asimismo, sobrecargar las baterías entre un 10 % y un 20 % reduce la estratificación, pero a su vez también supone un aumento de la demanda energética. Todos estos factores contribuyen al coste total de propiedad (TCO) relativo a una configuración de batería de plomo-ácido.
Las baterías de plomo-ácido reguladas por válvulas (VRLA) de gel presentan ciertas ventajas sobre las baterías húmedas de plomo-ácido. No requieren llenados de agua, y su factor de sobrecarga es solo de entre un 8 % y un 10 %, con lo cual se reduce la demanda energética para la carga. No obstante, no permiten la carga parcial o carga rápida con corrientes elevadas. Las baterías deben dejarse fuera de servicio durante la carga, es decir durante 8 o 10 horas.
Las baterías de Ion-Litio son más caras, pero ofrecen una solución de mayor rendimiento que resulta adecuada para aplicaciones de alta exigencia. Tienen la ventaja de permitir una carga flexible como carga ultrarrápida y carga parcial. La tecnología del Ion-Litio tiene una densidad energética elevada y un mantenimiento cero. Su ciclo de vida ampliado significa que pueden durar más que la vida útil estándar de una carretilla elevadora. Las baterías de Ion-Litio no requieren ventilación, pero sí necesitan sistemas electrónicos de gestión de baterías para mayor seguridad, control y optimización. Una de las desventajas es la falta de opciones de reciclaje del Ion-Litio. Esto hace que la eliminación de estas baterías resulte cara.
Las baterías TPPL tienen la ventaja de la flexibilidad, pero sin el coste elevado del Ion-Litio. La batería NexSys Core de EnerSys es una excelente alternativa a las baterías de plomo-ácido, tanto a las húmedas como a las reguladas por válvulas (VRLA) de gel. Esta batería es adecuada para aplicaciones de exigencia baja a media.
Por otro lado, la batería NexSys Pure emplea la tecnología TPPL con la adición de carbono. Ha sido optimizada para aplicaciones de exigencia media a alta, como alternativa a las baterías de Ion-Litio.
Más información en la próxima revista de junio-julio de Logística Profesional.
Este incremento contribuye a una mayor armonización de la retribución salarial que perciben los conductores profesionales en nuestro país. En la actualidad los salarios de este colectivo vienen regulados en 55 convenios colectivos provinciales, con un salario base en algunos casos inferior al SMI.
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