Empresas y sindicatos coinciden en la necesidad de mejoras salariales y de condiciones de trabajo, para acabar con la falta de conductores, pero los representantes empresariales apelan a la falta de rentabilidad, las condiciones de los cargadores y la competencia desleal como barreras principales, según las conclusiones de la jornada: “Empleabilidad ¿Faltan profesionales del transporte por carretera?, organizada por la Fundación Corell con la participación de representantes empresariales, administración y sindicatos.
El problema de la escasez de conductores en el transporte por carretera es el principal reto que afrontan las empresas del sector, con unas previsiones negativas que auguran un incremento de hasta un 25% de falta de conductores en la próxima década. Los numerosos factores que influyen en esta situación deben ser afrontados de una forma multidisciplinar y consensuada entre todos los actores del transporte, con especial hincapié en las condiciones laborales.
Julián Ariza, presidente en funciones del Consejo Económico y Social (CES) ha afirmado que “existen importantes carencias formativas y una falta de previsión ante los cambios tecnológicos y las necesidades de cualificación de los profesionales pero, además, las condiciones de trabajo y el reconocimiento social de esta actividad son factores fundamentales para la solución al problema”. Por su parte, Ángel Goya, subdirector general de Estrategia, Evaluación, Seguimiento y Formación de la Comunidad Autónoma de Madrid, ha explicado que, en la época de crisis, debieron tomarse medias que no se han llevado a cabo y es necesario establecer modelos de formación para el sector del transporte.
La escasez de conductores se extiende a nivel internacional. En el caso español, hay factores especialmente preocupantes como el envejecimiento de la población de conductores frente a un aumento de la demanda de servicios de transporte, unido al estancamiento salarial y las condiciones laborales. El trabajo: “Entendiendo la brecha entre oferta y demanda de conductores de transporte por carretera en España”, de Jorge Pena Izquierdo, profesor de Economía de IE University Business School y ganador del IX Premio José Mª Huch de la Fundación Corell, refleja todos estos aspectos. Según este estudio, la población de conductores seguirá disminuyendo, llegando a incrementarse dicho déficit en un 25% en la próxima década. El estudio apunta a algunas posibles soluciones, centradas en aspectos salariales, mejora de la productividad, formación y colaboración horizontal; las condiciones de trabajo con áreas de servicio seguras, horarios y patrones de turnos e incidencia de la nocturnidad y el aumento de la fuerza laboral de conductores, mediante la mejora de la imagen de la profesión, cambios tecnológicos y formación.
Las condiciones laborales de los profesionales del sector son uno de los factores más controvertidos a la hora de afrontar el problema de escasez de conductores. Julio Villaescusa, presidente de Fenadismer, ha apuntado que en España existe vocación hacia la profesión y, sin embargo, no hay conductores debido a la insuficiente remuneración y a cuestiones sociales, como el desarraigo familiar y la peligrosidad. Según Julio Villaescusa: “Hay un problema de rentabilidad para compensar a los profesionales por el trabajo que realizan. Tenemos muy claro qué provoca esta situación: los cargadores son los responsables y beneficiarios”. “Los transportistas españoles no podemos ser los miserables de la Unión Europea. Es necesario negociar, con la participación y el arbitraje de la administración. Cuando la empresa es rentable, el sindicato puede exigir, pero si no es rentable, es imposible”.
En términos de tecnología, las compañías incorporan sistemas de inteligencia artificial y análisis predictivo, además están adoptando medidas para reducir su impacto medioambiental y cumplir las regulaciones internacionales, y cómo no puede ser de otra manera buscando personal cualificado.
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