La prestación de servicios de almacenamiento, transporte y distribución vinculados a operaciones comerciales en internet generó el pasado ejercicio un volumen de negocio de 1100 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 15% respecto a 2015.
Según el Observatorio Sectorial DBK de Informa, el número de compradores digitales superó los 15 millones en 2016 en España, lo que supone un aumento medio de casi un millón por año en la última década. Por su parte, el volumen de negocio generado por el comercio electrónico entre empresas y particulares (B2C) podría haber superado los 25.000 millones de euros en 2016, tras aumentar en los dos últimos años a tasas anuales situadas alrededor del 25%.
Las previsiones para este año sitúan el crecimiento del sector logístico para el comercio electrónico en el entorno del 18% y del 15% para 2018, lo que daría lugar a un volumen de negocio de unos 1500 millones de euros.
El dinamismo de las ventas digitales ha provocado un sensible incremento del número de operadores logísticos y empresas de transporte en este ámbito, así como la creación de divisiones específicas para atender el fuerte crecimiento previsto de este tipo de operaciones.
Cada vez es más habitual también que los operadores cuenten con redes de puntos de recogida y taquillas automáticas, bien propias o pertenecientes a empresas con las que mantienen acuerdos. Las empresas logísticas presentes en este negocio acusan una alta y creciente rivalidad, en la que destaca «la notable presión sobre los plazos de entrega, el precio de los envíos y la gestión de las devoluciones», resalta el informe.
Las cinco primeras empresas que operan en el mercado de la logística para el comercio electrónico reunieron en 2016 una cuota de mercado conjunta del 46,3%. Esta participación se incrementa hasta el 58,7% si se consideran los diez primeros.
El Día Europeo de la Logística 2025 se celebra en un momento decisivo para el sector, en plena transformación frente a una creciente inestabilidad geopolítica y comercial. Las cadenas de suministro enfrentan desafíos como nuevos aranceles, conflictos regionales y una economía global volátil. Ante este panorama, el sector se reafirma como un pilar clave, apostando por resiliencia, eficiencia y colaboración.
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