El transporte y la logística se han visto muy afectados en el primer trimestre de 2022 por el clima de incertidumbre social y económico derivado de los efectos de la guerra rusa en Ucrania y los crecientes precios de la energía. Después de que las expectativas económicas a principios de año tomasen fuerza, estas se frenaron en seco tras los recientes acontecimientos. En total, el número de ofertas de cargas en Europa en el primer trimestre cayó un 4 % frente al trimestre anterior. El motivo es el retroceso en las cargas registradas en enero (-8 %) y febrero (-12 %). En marzo, la entrada de cargas y la demanda de capacidades de transporte volvió a crecer un 42 % en Europa.
La oferta de camiones se ha reducido por los efectos económicos, sobre todo dado el aumento de los precios de la energía. La demanda de espacio de transporte en el primer trimestre de 2022 ha sido claramente superior a la oferta en Europa. En término medio, la relación de cargas y camiones ofertados fue de aprox. 70:30. Esta situación también se refleja en el mercado nacional alemán. La demanda es, en general, superior a los camiones ofertados.
En todo caso, las diferentes rutas muestran comportamientos totalmente distintos. La oferta de cargas de Alemania a Italia pasó en el primer trimestre de una relación equilibrada al principio a un claro superávit de camiones superior al 70 % casi siempre. “Los trayectos de Alemania a Italia probablemente se vieron afectados por la constante escasez de producción de la economía alemana”, explica Gunnar Gburek, Head of Business Affairs de Timocom.
En sentido contrario, se observó que la relación de cargas y camiones antes del estallido de la guerra y de las sanciones adoptadas también se mantuvo en un nivel equilibrado de entre 60:40 y 40:60 por ciento. Pero en marzo se precipitó la oferta de camiones y la demanda superó con creces a la oferta, un 75 % aproximadamente de las cargas ofertadas optó a una oferta de camiones del 25 %. Y eso a pesar de que los costes disparados de la energía golpearon con fuerza a muchos sectores importantes de la economía italiana. En especial, la industria acerera mantiene una dependencia extrema de las reservas de materias primas de Ucrania, lo que provocó que casi todas las acererías redujesen su producción o, en algunos casos, la detuviesen incluso. Aparentemente, otros sectores pudieron mantener sus exportaciones hacia Alemania y hasta aumentarlas, y así preservaron la alta demanda constante de camiones.
Los crecientes precios de las materias primas y la energía han influido mucho en el sector del transporte y la logística en todos los países. Sobre todo, el catapultado precio del diésel y el diferente nivel de precios en Europa perjudican a la mayoría de pequeñas empresas de transporte y la capacidad competitiva en el mercado europeo de transporte de mercancías por carretera. Dadas la fuerte crecida de los precios energéticos y la continua falta de conductores, muchas empresas de transporte han vendido camiones o los han parado de momento.
El vertiginoso aumento de los precios de la energía en el caso del diésel y del gas, así como la carencia de conductores, se han visto agravados por la guerra en Ucrania. Muchos camioneros ucranianos han vuelto a su país y faltan, sobre todo, en empresas y agencias de transporte bálticas y polacas.
En Polonia, país vecino de Ucrania, las consecuencias son patentes. Puesto que aquí trabajaban muchos conductores ucranianos, algunas de las empresas de transporte han perdido hasta un tercio de su personal y han tenido que detener parte de su flota. Tras dejar de colaborar gran parte de las empresas europeas con sus socios rusos, la demanda de servicios de transporte también se ha retraído. Otro motivo de la debilidad de las órdenes es que una parte de las empresas ucranianas ha cesado su actividad, es decir, ya no piden componentes ni artículos. Así ocurre en especial en la industria automovilística.
Los transportes de Europa a Rusia han sucumbido casi por completo. Desde mediados de marzo, apenas hay consultas de transporte con destino a Rusia. La oferta de cargas de Europa a Rusia se ha hundido en torno al 85 % en marzo. Y en el futuro inmediato, no se vislumbran cambios. Debido a las listas de sanciones, muy pocos productos llegan a Rusia, y su transporte es complicado y muy lento.
En cambio, se observa un progreso interesante de las ofertas de cargas de Europa a Ucrania. Tras el inicio del conflicto, las cargas registradas retrocedieron mucho y se hundieron un 50 % en total. No obstante, en marzo repuntaron un poco brevemente.
“Vemos que, tras el estallido de la guerra, se han creado consultas, por ejemplo, de transporte de ayuda humanitaria en el sistema”, explica Gunnar Gburek. Y aunque cueste imaginar, en la parte occidental de Ucrania, la producción sigue. El Smart Logistics System de Timocom continúa presentando consultas de transporte en dirección Oeste, aunque no tantas, ni de lejos, como antes de la guerra. Las cargas registradas desde Ucrania cayeron en marzo más del 80 % en total frente al mes anterior.
“La situación con todos sus desafíos afecta a todos los países de Europa y el final no parece a la vista. Europa está unida y supera junta los retos de la economía y del sector del transporte. Los países también prestan ayuda humanitaria al pueblo ucraniano. Casi nadie se esperaba este grado de solidaridad”, declara Gunnar Gburek, Head of Business Affairs de Timocom.
La dinámica actual complica mucho pronosticar el segundo trimestre. Sin embargo, si empeoraran los efectos económicos negativos y las protestas en otros países europeos, el segundo trimestre de 2022 podría ser complicado para el sector y toda la economía europea. Si los gobiernos europeos prestaran soporte financiero a todo el sector del transporte y lo aliviasen, como se ha discutido, por ejemplo, en Alemania y muchos países del Este de Europa, la situación de las empresas de transporte se relajaría algo al menos. Las capacidades de transporte no desaparecerían en masa, como temen muchas asociaciones logísticas.
Este incremento contribuye a una mayor armonización de la retribución salarial que perciben los conductores profesionales en nuestro país. En la actualidad los salarios de este colectivo vienen regulados en 55 convenios colectivos provinciales, con un salario base en algunos casos inferior al SMI.
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