A pesar de la creciente fascinación por la Inteligencia Artificial (IA), en España se constata que el nivel de madurez de las organizaciones para la implantación de esta tecnología es aún bajo. Tan solo un 18 % de los de los directivos logísticos encuestados por Accenture y el Centro Español de la Logística en el estudio ‘El impacto de la inteligencia artificial en la cadena de suministro en España’ considera que sus empresas tienen una madurez digital suficiente para implementar con éxito esta tecnología.
¿La razón? Muchas empresas operan con sistemas dispares que no están interconectados, generando silos de datos donde la información relevante para la toma de decisiones se encuentra dispersa en diferentes departamentos. Esta fragmentación de datos y la heterogeneidad de sus formatos dificulta la implementación efectiva de soluciones de IA.
Del mismo modo, se suele pasar por alto que la inteligencia artificial se basa en algoritmos que operan sobre un conocimiento previamente almacenado. Actualmente, no toda la información relevante está registrada o, al menos, no de manera legible o comparable, lo que dificulta enormemente la generación de nuevo conocimiento al respecto. Normalizar o clarificar completamente las fuentes de los datos es una asignatura pendiente si queremos extraer el máximo potencial de la IA.
Por otro lado, el nivel de inversión aún no se corresponde con las expectativas generadas, solo un 8% de las compañías encuestadas en el estudio tiene un plan para su adopción.
Por supuesto, la implementación de nuevas tecnologías implica preparar a los equipos para su llegada. En dos vertientes, por un lado, todo lo relativo a la propia tecnología y por el otro, en conocimientos de negocios para entender las áreas de aplicación y cómo la IA puede aportar valor en ellas.
No obstante, los departamentos de logística aún tienen esta asignatura pendiente, el 73% de los directores logísticos considera que sus equipos tienen un conocimiento bajo o muy bajo sobre está tecnología. Y en parte, esto se debe a que no se invierte lo suficiente en material de formación de herramientas específico, según reconoce un 52% de los encuestados en el estudio.
Los profesionales deben estar preparados para administrar los datos con los que se alimenta el algoritmo, pero también para integrar esta tecnología en la estrategia global de la cadena de suministro.
Uno de los mayores beneficios que promete la IA es liberar tiempo. Al automatizar las tareas más tediosas, las empresas podrán optimizar sus recursos para enfocarse en áreas de mayor valor. Mientras que la IA se encargará de gestionar lo repetitivo, los humanos tendremos la oportunidad de liderar proyectos que requieran mayores capacidades estratégicas y experiencia, elementos que la IA aún no puede replicar.
En este sentido, el estudio también respalda esa liberación de tiempo, más de tres cuartos (84 %) de las empresas encuestadas creen que estas herramientas permitirán a sus equipos dedicar más tiempo a tareas de mayor valor. Esto implica, en primer lugar, que podremos hacer el mismo trabajo con mayor rapidez, y segundo, derivado del primero, que nos centraremos en las actividades principales para nuestras organizaciones.
Representa, de facto, un cambio en la forma de trabajar de las personas y, por ende, de las habilidades prioritarias.
Artículo de opinión publicado en el nº297 de Logística Profesional (pág 87)
Las empresas requieren soluciones intralogísticas que puedan adaptarse de forma rápida y eficiente a los cambios del mercado. Esto implica que las innovaciones más exitosas sean las que ofrezcan esa capacidad de adaptación, ajustándose tanto a las necesidades particulares de cada negocio como al ritmo de transformación de la industria.
La incorporación de nuevos desarrollos tecnológicos ha sido fundamental para las compañías a la hora de ser más eficientes en estas épocas del año, beneficiando la planificación de volúmenes o el diseño de rutas. Todo ello, bajo el objetivo compartido de lograr entregas cada vez más sostenibles.
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