Su sistema de transportadores para prenda colgada, en conjunto con el Pocket Sorter, supone un cambio para el e-commerce. Se basa en robots autónomos que se desplazan de forma independiente por un sistema de raíles que se cruzan para llegar a su destino.
Aporta al puesto su dilatada experiencia en la gestión comercial y el desarrollo de equipos. Tras sus estudios de ingeniería de telecomunicaciones y máster en administración de empresas, se especializó en el sector tecnológico y de automatización intralogística.
El proyecto se basa en una estructura de aproximadamente 3.000 metros cuadrados, con capacidad para más de 20.000 cubetas y dividida en cuatro estaciones de preparación y recepción.