Aunque hay sectores y aplicaciones en los que los motores de combustión siguen muy presentes, sobre todo en aplicaciones industriales rudas y de entornos exteriores, la demanda de equipos térmicos va disminuyendo progresivamente año a año.
El precio de la energía y el encarecimiento de las materias primas marcan el coste de producción de las carretillas térmicas. Las materias primas que más se han encarecido para los fabricantes son el acero, el aluminio y el silicio.
Fabricantes como Baoli están ampliando su oferta de carretillas contrapesadas con motores EU5 para contribuir a alcanzar los objetivos marcados por la Unión Europea.
La gama de gran tonelaje de Baoli incluye modelos con capacidad para cargas de 5, 6, 7 y 10 toneladas con centros de gravedad de 600.
Las carretillas eléctricas ofrecen múltiples y diversas ventajas, entre las que desde Jungheinrich destacan varias.
Joan Catalán, director comercial de la compañía en España, destaca entre los proyectos de TMHES su apuesta por la conectividad y en el apartado de la energía, la solución Litio Modular, diseñada y fabricada por Toyota.