ITENE ha elaborado nuevos procesos biológicos y químicos para la recuperación de residuos de envases multicapa, monocapa y coloreados de plástico PET (tereftalato de polietileno) que o no se reciclan o tiene dificultades para su reciclado mecánico. Desde junio de 2022 hasta ahora, se han llevado a cabo estas investigaciones en el proyecto RecyPET, financiado por el IVACE (Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial) mediante fondos Feder.
Antonio Dobón, responsable del proyecto en ITENE, resalta: “Los procesos desarrollados contribuyen a alcanzar los objetivos de economía circular establecidos a nivel europeo y nacional a través de la reducción de residuos incinerados o depositados en vertederos y su valorización a emplearse en la obtención de nuevas materias primas reintroducidas en la cadena de valor”.
Este impulso del reciclado se alinea con el Real Decreto de Envases y Residuos de Envases, cuyo objetivo es lograr la introducción de al menos un 25% de plástico reciclado en envases de PET en 2025. Además, el contenido de material reciclado en el envase representa una vía para lograr la exención del pago del impuesto al plástico virgen que entró en vigor en enero, de acuerdo con la Ley de Residuos y Suelos Contaminados para una Economía Circular.
Las investigaciones se han centrado en ofrecer una alternativa al reciclado mecánico para las fracciones de PET que no se reciclan en la actualidad por estos métodos. Para ello, el investigador explica: “En primer lugar se analizó la cadena de valor de PET para detectar aquellos tipos de PET no reciclados mecánicamente y que presentaban un potencial de aprovechamiento”. Así, se identificaron botellas coloreadas, fracciones residuales de reciclado de PET y materiales multicapa como residuos de interés.
Para impulsar su recuperación, se desarrollaron un proceso de despolimerización enzimática o basada en enzimas y otro de despolimerización química. El primero de ellos, de despolimerización biológica, mediante el que se han identificado microorganismos con capacidad para producir enzimas que, a su vez, degradan los residuos de PET. Además, para mejorar el proceso, se han seleccionado los microorganismos con mayor capacidad de producción de enzimas selectivas a la degradación del PET.
En concreto, estas enzimas permiten degradar el PET, descomponiéndolo en TPA (ácido tereftálico), un monómero que puede emplearse para generar nuevo PET reciclado, además de en otras aplicaciones, como pinturas, barnices, cosmética, etc.
Por otra parte, se ha desarrollado un proceso de despolimerización química para lograr la descomposición del plástico. Para ello, se ha llevado a cabo proceso químico (solvólisis) con etilenglicol, un compuesto químico que, en estado líquido y junto a catalizadores, permite la descomposición del PET en un monómero, el BHET (bis-2hidroxietil tereftalato). Este monómero puede emplearse como precursor para fabricar nuevo PET reciclado, así como en aplicaciones en el sector de pinturas y barnices. En este proceso, cuya duración es de entre 1 y 2 horas, se han alcanzado rendimientos próximos al 98%. Esto implica que, mediante esta despolimerización química, se logra descomponer en BHET el 98% del PET. Además, tras un escalado piloto, se ha comprobado que en un reactor se pueden obtener hasta 700 gramos de BHET por cada kilo de PET procesado.
Estas investigaciones se enmarcan en la línea de trabajo llevada a cabo por ITENE para desarrollar soluciones tecnológicas que permitan ayudar a la cadena de valor del envase y embalaje a cumplir con los distintos objetivos de sostenibilidad, entre ellos, el de aumentar el porcentaje y la calidad de los materiales de envase reciclados.
La incorporación de nuevos desarrollos tecnológicos ha sido fundamental para las compañías a la hora de ser más eficientes en estas épocas del año, beneficiando la planificación de volúmenes o el diseño de rutas. Todo ello, bajo el objetivo compartido de lograr entregas cada vez más sostenibles.
Los datos de la clasificación realizada por Financial Times y Statista reflejan una tasa de crecimiento medio anual del 27,3% entre 2013 y 2023, o un crecimiento absoluto del 273% en este periodo.
España se sitúa como el país con una menor brecha de género a nivel global con un 54,7% de trabajadores formados en IA que son hombres y un 45,2% de mujeres. En el mundo, predomina el talento masculino con un 71% sobre el 25% del femenino según el promedio global. Esto sugiere un entorno más inclusivo y con mejores oportunidades para las mujeres en el ámbito de IA en España.
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