Se trata del primero de estas características en el sector de la distribución de alimentos de España. Para la puesta en marcha de este sistema robótico de almacenamiento y gestión de pedidos ha invertido más de tres millones de euros y ha contratado a nuevos profesionales.
La entrega en punto de conveniencia supone la emisión de 83 gramos de CO2 en comparación con los 229 gramos de CO2 de la entrega a domicilio, traducido en porcentaje es un 63% más contaminante.