El potencial invita a pensar que será posible cubrir todas las demandas, el foco está en crear la infraestructura de suministro y desarrollar alternativas para todas las aplicaciones que hagan más accesible el uso del hidrógeno en carretillas.
El incremento de precio de componentes está afectando mucho a los costes de fabricación, pero no solo las materias primas, también los costes energéticos y de mano de obra tienen un impacto importante.
Lo más importante es utilizar la rueda adecuada para cada una de las aplicaciones. No necesita las mismas prestaciones una carretilla que funciona a tres turnos, que uno que se utiliza puntualmente.
Es imprescindible que los clientes y usuarios de baterías sean asesorados por expertos en las mismas para identificar qué tecnología y aplicación son las más adecuadas. Se demanda un precio muy competitivo, pero se debe ser consciente de que eso suele ir en detrimento de la eficacia del cargador y la eficiencia de los equipos.
Los fabricantes se han visto obligados a revisar sus estrategias de abastecimiento y aumentar sus inventarios para evitar que este escenario tan crítico se repita.