La introducción de bicicletas de carga eléctricas podría reducir las emisiones de la logística de última milla hasta en un 80% en las 100 ciudades más grandes de Europa, al tiempo que reduciría la congestión del tráfico y la competencia por el espacio al reemplazar hasta 120.000 furgonetas.
EIT Innoenergy calcula que de aquí a 2025 será necesario formar a unos 800.000 técnicos en toda Europa para atender los distintos proyectos industriales de este sector.