La compañía ha vencido gracias a su envolvedora móvil autónoma AMR, que trabaja de forma desatendida y colaborativa, y que transforma el proceso actual de un operario en otro, más productivo y totalmente automatizado y controlado.
Ha implantado varios sistemas de almacenaje en un edificio de 2.000 metros cuadrados en Massamagrel, con objeto de lograr una operativa de almacén versátil, ágil y de máxima eficiencia.