Responde a las necesidades de las empresas de la zona, en la que hay una importante cantidad de vehículos isotermos, rebajando el tiempo que tiene que quedarse la unidad frigorífica parada, lo que disminuirá significativamente la pérdida de horas de productividad.
En función del tipo de isotermo que sea, se le somete a una prueba de estanqueidad para comprobar que no hay pérdidas de frío, así como a un contraste de temperaturas dentro y fuera.